Los muros ICF son fuertes y sólidos. Soportarán vientos de más de 360 km/h por defecto. El concreto reforzado fuerte brinda seguridad en zonas de alta sísmica, resiste inundaciones y resiste el fuego más de 4 horas.

Quitar el polvo es una de las actividades que todos tenemos que hacer con demasiada frecuencia. El polvo, la suciedad, el polen se filtran a través de casas construidas de manera convencional, ya que están diseñados para respirar y secarse cuando se forma humedad en sus paredes. En cambio, ICF no tiene ese problema.

Un grueso núcleo de hormigón dentro de las paredes proporciona una resistencia y durabilidad extremas, todo intercalado entre gruesos paneles aislados de espuma EPS. Escondido detrás de sus acabados interiores y exteriores, este material durará toda la vida para mantener un hogar estable, cómodo y eficiente en energía.

Según los números, los ICF tienen una clasificación STC de 54, lo que significa que no se pueden escuchar gritos fuera de las paredes. En la vida cotidiana, vecinos ruidosos, calles concurridas, trenes, aviones y otras molestias son inaudibles dentro de su hogar.

Los ICF están especialmente diseñados con un patrón de bloqueo repetido de 1", por lo que durante la construcción los cortes son los mínimos. Así se produce menos desperdicio y hace que sea más fácil reciclar la chatarra. Cualquier parte de los ICF puede rellenarse en una parte de una pared, reduciendo aún más el desperdicio.

Los muros de hormigón aislados están protegidos no solo del calor y el frío, sino también del ruido, la contaminación y la madre naturaleza. Esto mantiene lo que está afuera donde pertenece, dejándolo cómodo, tranquilo y seguro sin importar la amenaza. Las casas de ICF no sufren corrientes de aire y puntos fríos que a menudo ocurren en la construcción convencional. Solo una forma más de mantenerte cómodo dentro.